Torres especial - Las buenas naranjas
Todas las naranjas deberían ser buenas naranjas. Si tuviera un poder muy especial haría que desaparecieran las malas naranjas. Las buenas naranjas vendrían de todos los lados; de Valencia, de
Agadir, de California, de Sudáfrica, de todos los sitios del mundo de donde vienen las naranjas. Buenas naranjas.
La gente entraría feliz a las fruterías, saludaría sonriente a su frutero y pediría naranjas. No sería necesario pedir
buenas naranjas.
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"Naranjas", dirían,
"deme un par de kilos de naranjas".
Después, la gente saldría siempre feliz de las fruterías, sonriente, con bolsas llenas de naranjas en sus redecillas naranjas.
Pero, claro, las naranjas sólo deberían venderse en fruterías a cargo de fruteros sonrientes.